Vitamina A: Es un nutriente que cuyo beneficio más visible se concentra en la piel. La vitamina A tiene múltiples funciones: es importante para el crecimiento y el desarrollo, para el mantenimiento del sistema inmunológico y para una buena visión. Además, la vitamina A ayuda al buen funcionamiento del corazón, los pulmones, los riñones y otros órganos.
Vitamina B12: Contribuye al metabolismo normal de la homocisteína, refuerza el sistema inmune y apoya la formación de glóbulos rojos. Además ayuda a reducir el cansancio y la fatiga, ya que participa en el metabolismo energético del organismo. Es esencial para el funcionamiento normal del cerebro, del sistema nervioso.
Vitamina C: La vitamina C se necesita para el crecimiento y reparación de tejidos en todas las partes del cuerpo. Se utiliza para formar una proteína importante utilizada para producir la piel, los tendones, los ligamentos y los vasos sanguíneos. Sanar heridas y formar tejido cicatricial. Reparar y mantener el cartílago, los huesos y los dientes. Ayudar a la absorción del hierro.